La primavera y el verano son épocas estupendas para disfrutar de las horas de sol y observar cómo la luz solar varía a lo largo del día. Os mostramos una invitación muy sencilla que seguro despertará el interés de los peques y que podemos preparar fácilmente con ellos.
Vamos a fabricar un
reloj de sol casero y ponerlo en una zona que tenga aseguradas varias horas de luz solar directa. Para fabricarlo necesitaremos un
papel recortado en forma de círculo, un
palo, unas
piedritas (o conchas o abalorios) y algo que sirva de soporte para el palo. Nosotros usamos un trozo de plastilina pero podéis usar otra cosa que tengáis a mano.
Lo colocaremos sobre una superficie plana (una mesa, por ejemplo) y realizaremos una
alineación del reloj y la sombra de nuestro palo (la aguja del reloj) a una hora concreta. En nuestro caso lo hicimos a las 12:00 del mediodía porque era una hora en la que teníamos suficiente sol a esa hora y en las horas posteriores.
Invitaremos a los niños a observar el reloj y a hablar sobre la sombra del palo. En nuestro caso en ese momento eran las 12:00 así que simplemente hicimos una marca con un lápiz sobre el papel en la sombra que dejaba el palo. Si vosotros empezáis a hacer la actividad a otra hora podéis colocar ya el número de piedritas que corresponda con la hora.